Norberto Reyna y los "Ecos de hace 44 años"

A medida que uno va acumulando años le encuentra sentido a la frase "Recordar es Vivir". Esto es lo que , nos ocurre cuando nos ponemos a platicar con el Ing. Norberto Reyna Santoyo. Hoy estuvimos recordando el muy lejano 1967, año en que coincidimos en lugar y tiempo un puñado de jóvenes ilusionados con estudiar una carrera en nuestro propio terruño, sobre todo porque muchos de nosotros procedemos de familias humildes y que difícilmente podríamos trasladarnos a otra ciudad para continuar nuestros estudios, nuestro estado sólo ofrecía hasta el bachillerato.


En la conversación con Norberto recuerda que una vez roto el hielo empezamos a vivir y a convivir en todos los aspectos, en las buenas, en las malas y en las peores. Y como siempre han existido problemas, tratamos de canalizar éstos a través de una revista llamada "El Esmeril" cuyo director general era Arturo Ulloa Sánchez, ("La Gallinita", quien por cierto, se nos adelantó en el último viaje hace ya algunos años). Ese tipo de revista era sumamente crítica respecto a la problemática que por ese entonces nos invadía a nosotros como estudiantes y al Tec como institución.


Los colaboradores de esta revista  tuvieron que sortear acérrimas críticas como las del grupo de mecánica, en donde se escuchaban comentarios negativos tales como "No van a arreglar nada", "Están desprestigiando al Tecnológico", "Todo lo que dicen ahí no es cierto", y cosas de esa naturaleza. Pero como gente segura de sus convicciones ´se seguía adelante con la publicación de la revista, a pesar de todo. Esto le dio una fuerza al debate honesto y decidido entre los que a pesar de disentir tenían posturas propositivas. Esto nos dio personalidad y de ahí se generaron muchas iniciativas que no tenían otro objetivo que hacer que las comunidades de la región confiaran en la calidad del proceso educativo en el cual estábamos inmersos.


Se realizaron las primeras elecciones de la Sociedad de Alumnos que tuvo que enfrentar los momentos difíciles del movimiento estudiantil de 1968, la cuestión era si se debía participar o mantenerse al margen; la decisión la tomamos individualmente, no involucramos al Instituto.


El comité de la primera Sociedad de Alumnos también tuvo que tomar decisiones sobre la problemática que implicaba la falta de transporte urbano hasta las instalaciones del Tec. Teníamos que hacer el recorrido a pie desde donde ahora está un hotel importante, justo donde inicia la Avenida Tecnológico,  y lo teníamos que hacer a pesar de las inclemencias del tiempo; con un sol agobiante, con lluvia o frío que calaba hasta los huesos. En una reunión con la base estudiantil se decidió la toma de camiones urbanos (Ruta Madero y Ruta Apostolado) como una medida pacífica de presión para que extendieran la ruta hasta el Tec, como lo hace ahora.


En una próxima entrada seguiremos hablando de temas relacionados con los primeros años de existencia del Tec.