Las anécdotas contadas por Norberto Reyna Santoyo

Ing. Norberto Reyna Santoyo



Si alguien puede contar de una manera amena la historia del Tecnológico de Aguascalientes, es Norberto Reyna Santoyo. Aprovecharé sus tiempos libres para que, al estilo de Scherezada la de las Mil y Una Noches, narre algunas anécdotas de las muchas que hicieron  ruido en su momento.
Primero, debo presentarlo.
Originario del Ejido de Montoya, municipio de Aguascalientes, nacido el 21 de noviembre de 1948, hizo sus primeros estudios en la Escuela Primaria Federal Fray Bartolomé de las Casas (me pongo de pie porque yo también estudié ahí). Los estudios secundarios en la Secundaria Federal No. 1 "Benito Juárez", teminándolos en la Edmundo Gámez Orozco.


En aquella época no existía educación superior en Aguascalientes, los que deseaban continuar sus estudios tenían que emigrar al D. F., Guadalajara, Monterrey, Zacatecas o San Luis Potosí, -por fortuna se fundó el Instituto Tecnológico Regional de Aguascalientes- dice Norberto. Lo que me dio la oportunidad de estudiar en mi propia ciudad, concluye.


Estudió la preparatoria en el Tec, de 1967 a 1969, ya que en ese entonces era de dos años. Prosiguiendo sus estudios como Técnico Industrial en Electricidad de 1969 a 1970.
Una vez que egresó como técnico, estuvo trabajando en Teléfonos de México, como instalador de la Planta ubicada en la calle Pedro Parga. Cuando se terminó la instalación se presentó la oportunidad de instalar otra en Reynosa, Tamaulipas, pero por razones personales (muy poderosas: la novia) decidió no trasladarse a esa ciudad.


Fue en 1974 cuando continuó sus estudios de ingeniería. El programa de estudios contemplaba un tronco común de las ingenierías y después se elegía la especialidad. Tuvo la suerte que se instituyó la carrera de Ingeniería Industrial en Producción de la cual egresó en 1978.


Posteriormente, estuvo trabajando en el área de ingeniería industrial en Irapuato, Gto., en una fábrica de pantalón vaquero durante un año, lo que lo alejaba de Aguascalientes durante toda la semana, viniendo sólo los fines de semana. Uno de esos fines de semana se entera que se abriría un nuevo tecnológico en Zacatecas, y que habría contrataciones por lo que decidió hacer su solicitud de empleo en esa institución.


Se fue a trabajar al Tec de Zacatecas como Coordinador de la carrera de Ingeniería Industrial durante un año. Posteriormente se incorporó a la docencia. Permaneció en Zacatecas hasta 1983, año en el que pidió su cambio al Tecnológico de Aguascalientes.


Empezó su carrera en Aguascalientes como Coordinador de Ingeniería Industrial en Producción desde 1983 permaneciendo como tal hasta 1994 (hasta le decían Dn. Fidel Velázquez). A partir de 1994 hasta la fecha se ha desempeñado como docente, impartiendo una buena cantidad de las materias de los diferentes planes de estudio.


También ha impartido diferentes materias en el Económico-Administrativo, además realiza visitas industriales cada semestre a diferentes empresas del estado de Nuevo León, con lo cual los alumnos reafirman más los conocimientos recibidos en el aula.
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En 1984 a 1986 estudió la Maestría en Ciencias en Ingeniería Industrial con especialidad en Investigación de Operaciones, en el Instituto Tecnológico de Aguascalientes.


Además de ser coordinador de la carrera se ha desempeñado como Presidente de la Academia de Ingeniería Industrial en tres distintas ocasiones y dos veces Secretario, por lo que podemos inducir de esto es que una gran parte del prestigio que tiene esta carrera se lo debemos a él.


Durante su gestión se construyó el Laboratorio de Ingeniería de Métodos realizando los trámites necesarios ante las instancias municipales para obtener los recursos económicos para su contrucción. La presidenta municipal era la Lic. Rosa Alicia de la Rosa.


Era una época en donde lo académico tuvo un auge muy importante ya que se ofrecieron muchos diplomados al exterior. Recordamos algunos como el de Calidad y Productividad. Además, todos los viernes se ofrecían conferencias con diferentes enfoques, dirigidas principalmente a todos los alumnos próximos a egresar (los egresados de esa época no nos dejarán mentir) lo que permitió darles un valor agregado a nuestros egresados y de esa manera se les abrieron más las puertas de las empresas, a tal grado que todos nuestros egresados eran bien recibidos en éstas, durante las prácticas profesionales y al término de éstas eran contratados de manera inmediata.


Impulsó la creación del Posgrado en Ingeniería Industrial, delegando el proyecto al M. C. Luis Humberto López Pérez, quien realizó el estudio de viabilidad y, tras muchos esfuerzos y tocar puertas, se nos concedió su creación y puesta en marcha. También eso les debemos ellos.