50
ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA CARRERA DE INGENIERÍA INDUSTRIAL DEL
INSTITUTO TECNOLÓGICO DE AGUASCALIENTES
Prólogo
Hace
más de cinco décadas, tuve el honor de ser parte de los primeros pasos del
Instituto Tecnológico de Aguascalientes, un lugar que se convertiría no solo en
mi alma mater, sino también en el escenario de mi desarrollo profesional y
académico. Como alumno fundador, formé parte de esa primera generación de
estudiantes que egresaron como Técnicos Industriales en Electricidad, y más
tarde, obtuve el título de Ingeniero Industrial en Electricidad, consolidando
mi formación en esta prestigiosa institución.
Mi
vínculo con el Instituto no terminó ahí. Tras culminar mi formación como
Ingeniero, decidí continuar mi preparación académica, logrando obtener el grado
de Maestría en Ciencias en Ingeniería Industrial. Esta etapa no solo fortaleció
mi conocimiento, sino que también me permitió adquirir las herramientas
necesarias para aportar de manera significativa a la industria, en la que
trabajé por algunos años.
Sin
embargo, mi vocación siempre me condujo de regreso a las aulas. A inicios de la
década de los ochenta, me incorporé al Departamento de Ingeniería Industrial
del Instituto Tecnológico de Aguascalientes como docente. Desde entonces, he
tenido el privilegio de formar parte de la evolución de esta carrera, testigo
de los cambios y avances que han moldeado generaciones de ingenieros que, hoy
en día, contribuyen al desarrollo industrial de México y el mundo.
Por
más de cuatro décadas he colaborado ininterrumpidamente en esta carrera,
compartiendo mis experiencias y conocimientos con innumerables estudiantes, y
siendo testigo del crecimiento y consolidación del programa de Ingeniería
Industrial, una carrera que ha sabido adaptarse a los cambios tecnológicos y a
los desafíos de la industria moderna. Este libro es una celebración de esos 50
años de historia, logros y compromiso, no solo con la educación, sino también
con el futuro de nuestra sociedad.
Capítulo 1: Los
orígenes de la carrera
Evolución de la Ingeniería Industrial
La Ingeniería Industrial surge como
disciplina durante el último tercio del siglo XIX, con contribuciones pioneras
de Frederick Taylor y los esposos Gilbreth. Estas aportaciones se enfocaron en
aumentar la productividad de los obreros a través de la especificación,
estandarización y diseño de herramientas, así como en el estudio sistemático de
los movimientos para eliminar esfuerzos innecesarios.
Desde su origen, la Ingeniería Industrial
se ha centrado en la transformación constante, basándose en el principio de que
los procesos de producción nunca son definitivos y que la innovación es la
esencia de la modernidad.
A lo largo de su historia, la disciplina
ha integrado importantes avances, como los estudios de ciclos de Jean Perronet
(1760), la especialización del trabajo según Adam Smith (1776) y la producción
con partes intercambiables de Eli Whitney (1793). Estas contribuciones han
sentado las bases de las técnicas modernas de gestión y mejora de la
productividad.
Impacto
en la sociedad y la producción
Desde sus inicios, la Ingeniería
Industrial ha mejorado significativamente la productividad de las
organizaciones y las condiciones laborales de los trabajadores. Con el tiempo,
su aplicación se extendió más allá de las fábricas hacia sectores como el
manejo de materiales, la administración de inventarios, el control de calidad,
la programación de la producción y la logística.
En etapas posteriores, la disciplina
adoptó técnicas de investigación de operaciones e ingeniería de sistemas, que
permitieron abordar problemas complejos como la localización de plantas,
optimización logística y minimización de costos de transporte. Actualmente,
estas técnicas se aplican también en sectores de servicios como la salud,
transporte, comercio y finanzas.
La Ingeniería Industrial en México
En México, la Ingeniería Industrial juega
un papel crucial en el soporte y modernización de la industria nacional,
mejorando su competitividad en mercados internos e internacionales.
La formación de ingenieros industriales en
México se remonta al Real Seminario de Minas, fundado en 1792, y a la posterior
creación de carreras en Ingeniería de Minas en 1843. En 1943, el Instituto
Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) introdujo formalmente
la Ingeniería Industrial como carrera profesional. A partir de 1948, los
Institutos Tecnológicos Regionales de Durango y Chihuahua, fundados bajo un
sistema federal, consolidaron su presencia en México.
Estos institutos diseñaron sus programas
educativos para atender las necesidades regionales, preparando profesionales
para desempeñarse en industrias locales, con un enfoque en arraigar el talento
en sus comunidades de origen.
Antecedentes de la II en el Instituto Tecnológico de Aguascalientes
Es
justo conmemorar un acontecimiento trascendental que marcó un antes y un
después en el estado de Aguascalientes y en nuestra querida institución
educativa: la fundación de la Carrera de Ingeniería Industrial en el Instituto
Tecnológico de Aguascalientes. Este hito no solo transformó el panorama
académico de la región, sino que también contribuyó de manera decisiva al
desarrollo comercial e industrial de nuestro estado. En sus inicios, se ofreció
como Ingeniería Industrial en Producción, para después evolucionar hacia una
Ingeniería Industrial “pura”, consolidándose como una de las disciplinas más
relevantes para el progreso de la región y del país.
Hablar
de la Ingeniería Industrial es hablar de innovación, de resolver problemas
complejos, de optimizar procesos, y, sobre todo, de una disciplina apasionante
que ha sido un motor clave en el desarrollo económico. Y al hablar
específicamente de la carrera en el Instituto Tecnológico de Aguascalientes, no
podemos dejar de reconocer la influencia decisiva que ha tenido en nuestra
institución, la cual, desde 1969, definió su vocación por esta área del
conocimiento. En sus primeras etapas, se ofrecieron programas relacionados como
las ingenierías industriales en especialidades como Mecánica, Eléctrica o
Química, hasta la formalización de Ingeniería Industrial en Producción en 1975.
Cuando
esta carrera se ofreció por primera vez en septiembre de 1975, la respuesta fue
inmediata y abrumadora. La gran demanda de estudiantes interesados en cursarla
fue una clara señal de que respondía a una necesidad palpable de la sociedad y
de la industria. Desde aquellos modestos inicios, con solo 32 alumnos en el
programa inaugural, hasta los cerca de 1,500 estudiantes que actualmente
integran la matrícula, la evolución ha sido impresionante. Este crecimiento fue
especialmente notable en la década de los 80, cuando los primeros egresados
comenzaron a integrarse al ámbito laboral y demostraron la calidad de su
formación en la industria local y nacional, estableciendo un estándar de
excelencia que se mantiene hasta hoy.
Este
logro no habría sido posible sin la visión y liderazgo del ingeniero Agustín Vázquez Vera, quien,
durante su gestión como director del plantel, de octubre de 1974 a septiembre
de 1976, tuvo la sensibilidad y la determinación de gestionar la creación de
esta carrera. El ingeniero Vázquez Vera supo reconocer las amplias
oportunidades que este programa ofrecía para la juventud de los años setenta, y
su decisión ha dejado un legado invaluable. Gracias a su visión, miles de
jóvenes han encontrado en la Ingeniería Industrial una oportunidad para
desarrollarse profesionalmente y contribuir significativamente al progreso de
la sociedad.
Es
justo también rendir homenaje a quienes, desde las aulas, han sido los
artífices de la formación de generaciones de ingenieros industriales.
Reconocemos a los pioneros que formaron parte del cuerpo académico fundador,
como los ingenieros Humberto
Salazar Romero, Juan
Bosco Arreola, Rubén
Martínez, Ernesto
Aguilera Herrera, Eduardo
Torres Galindo, Miguel
Becerra de Luna, José
Armando Rodríguez Romo, y Jorge Humberto González Juárez, entre
otros. Estos docentes, con su dedicación y conocimientos, sentaron las bases
para lo que hoy es un programa consolidado y de gran prestigio.
Desde
los primeros cinco egresados, tres de los cuales —Miguel Arnulfo Villegas,
J. Jesús Barrera Sánchez
y Pedro Javier Santoyo
Medrano— regresaron como catedráticos, hasta los egresados más
recientes, todos han llevado como estandarte el compromiso de servicio hacia la
comunidad que contribuyó a su formación. Otros dos, José Luis Gordillo
Moscoso y Carlos Alberto Reyes García, llevaron su pasión por la educación
a otras instituciones, contribuyendo al desarrollo académico en diferentes
espacios. Hoy en día, podemos encontrar a nuestros egresados desempeñándose con
éxito en diversos sectores, desde empresas transnacionales hasta pequeñas y
medianas empresas (Pymes), así como en emprendimientos propios, reflejando el
espíritu innovador y la calidad de la educación que aquí recibieron.
En
1993, con la reforma educativa, la carrera evolucionó hacia Ingeniería
Industrial “pura”. Este cambio no solo amplió su alcance, sino que también le
otorgó un mayor impulso en términos de matrícula y calidad académica. Asimismo,
marcó un hito importante al ser la primera carrera de la institución en ofrecer
un programa de maestría en ciencias, lo que fortaleció aún más su posición como
líder en la formación de profesionistas altamente capacitados.
Celebramos
con orgullo el impacto de la carrera de Ingeniería Industrial, no solo en
nuestra institución, en el estado, México y más allá de sus fronteras. Su
legado es un testimonio de la capacidad transformadora de la educación y de
cómo una visión clara puede cambiar vidas, industrias y comunidades enteras.
Continuemos honrando este legado, trabajando juntos para que las futuras
generaciones sigan llevando en alto el nombre del Instituto Tecnológico de
Aguascalientes y de la Ingeniería Industrial.